Nadar a contra corriente.

Tienes carta de la jefa.

¡Hola querida jefa (y hola también a algún jefe guapo también tenemos por aquí)!

Te escribí esta carta volando en un avión. Ya he llegado (a Bali) y te la envío desde un lugar muy bonito que se llama Reina Jungla. Este lugar será nuestro Coworking para hoy.

Hace unas semanas estuve recogiendo un premio Brandea en Valencia. 

Es el primer premio que me dan en mi vida, dicho sea de paso. 

Me hizo una ilusión que flipas. Qué gala tan chula.

Eso era un banco de peces de los que normalmente nadamos contra corriente. Los que somos bichos raros, comprendidos por nuestra comunidad-tribu (GRACIAS) y totalmente incomprendidos por el resto de los mortales.

Te cuento unos ejemplos de las personas que me encontré por allí. 

(Ya te aviso que no me acordaré de sus nombres y tú querrás conocerlos A TODOS así que si te pica la curiosidad salta al Instagram de los premios Brandea y rebusca, ya que entre nominados e invitados, allí están todos).

A lo que voy… Estos son los especímenes de pececillos que nadaban en las aguas del sarao.

• Una muchacha que se ha rebelado contra las gafas y nos devuelve la visión con gimnasia ocular, que no es levantar pesitas con los ojos, sino otra cosa que aún no he descubierto pero que voy a probar.
  

• Otra que le pasó 10 años picando piedra para trabajar con Alejandro Sanz, y vaya si lo consiguió. Ahora divulga sobre desarrollo personal y sobre el poder de la tenacidad.
  

• Otro que monta eventos y talleres para convertir hombres tal como salen de fábrica en hombres conscientes, vamos, que nos los dejan niquelados para que caigan en nuestras manos ya trabajaditos. (Qué gusto los hombres conscientes, j*d*r)
  

• Otra más, que reivindica la diferencia como manera de hacer destacar tu marca personal y se montó una gala para ganar notoriedad y hacer ella misma, más marca. Ella es la diferencia hecha persona, y lleva la cabeza rapada y tiene un corazón de talla XXL.
  

• Muchas otras que con lo que saben se montan proyectos, y servicios y formaciones y se exponen ahí fuera para defenderlas y venderse.

Te he dicho 5 ejemplos de los cientos que había y yo estaba ahí entre esa pandilla de NERDS y pensaba dos cosas:

1. Esta sí es mi tribu, ojalá hubiera más eventos como este para no sentirme tan sola y tan marciana.

2. Qué orgullo pertenecer a este club, porque, vaya puñado de VALIENTES. Y es que, madre mía, los ovarios que hay que echarle para inventarte un trabajo de la nada y salir ahí fuera a defenderlo, a un mundo en el que criticar lo que destaca es la tónica general.

Bravo por nosotros, qué c*ñ*, por los consolidados, por los que acaban de empezar y los que van a medio camino con sus proyectos.

Yo, que voy a contarte de nadar contra corriente…

En los últimos 9 años me he inventado una marca de agendas conscientes, un podcast, una escuela para ayudar a mujeres a construir su éxito, un evento para jefas en Bali y lo que vendrá… porque me da igual que me critiquen o dar la nota si eso significa que puedo seguir jugando, pasármelo bien mientras hago algo útil, eso es lo que yo quiero. 

Porque aunque el precio que se pague por salirse de la norma sea sentirte un poco más sola, compensa por un montón de cosas… En fin… que me siento una privilegiada por tener este trabajo y por el premio que nos dieron.

Dicho todo esto sigo coworkeando…

Hasta la próxima carta, jefa.